miércoles, 15 de marzo de 2017

EL EVANGELIO DEL MAHARSHI Capitulo-1 (TRABAJO Y RENUNCIACIÓN)


EL EVANGELIO DEL MAHARSHI
TOMO I
TRABAJO Y RENUNCIACIÓN
Discípulo. ¿Cuál es la meta más alta de la experiencia espiritual para el hombre?
Maharshi. La Realización del Sí mismo.
D. ¿Puede un hombre casado realizar el Sí mismo?
M. Ciertamente. Casado o soltero, un hombre puede realizar el Sí mismo; porque Eso es aquí y ahora. Si ello no fuera así, sino obtenible por algún esfuerzo en algún momento, y si fuera algo nuevo que tuviera que ser adquirido, no sería digno de buscar. Porque, lo que no es natural no es permanente tampoco. Pero lo que yo digo es que el Sí mismo es aquí y ahora, y solo.
D. Una muñeca de sal que se sumerge en el mar no será protegida por un impermeable. Este mundo en el que nosotros tenemos que trabajar indefinidamente es como el océano.
M. Sí, la mente es el impermeable.


D. Así pues, ¿puede uno estar ocupado en el trabajo y, libre de deseo, mantener su propia soledad?
M. Sí. El trabajo hecho con apego es una esclavitud, mientras que el trabajo hecho con desapego no afecta al hacedor. Él está, incluso mientras trabaja, en soledad. Darse a su deber es el verdadero Namaskar… y solo morar en Dios es el verdadero Asan.

D. ¿No debo renunciar a mi hogar?
M. Si ese hubiera sido su destino la pregunta no habría surgido.
D. ¿Por qué entonces abandonó usted su hogar en su juventud?
M. No ocurre nada excepto por la dispensación Divina. El curso de la conducta de uno en esta vida está determinado por el prarabdha de uno.
D. ¿Es bueno dedicar todo mi tiempo a la búsqueda del Sí mismo? Si eso es imposible, ¿debo meramente mantenerme quiescente?
M. Si usted puede mantenerse quiescente, sin comprometerse en ninguna otra ocupación, es muy bueno. Si eso no puede hacerse, ¿cuál es la utilidad de estar quiescente en lo que concierne a la Realización? Aunque una persona esté obligada a estar activa, que no abandone los intentos de realizar el Sí mismo.
D. ¿No afectan las acciones de uno en nacimientos posteriores?
M. ¿Es usted un nacido ahora? ¿Por qué piensa en otros nacimientos? El hecho es, que no hay ni nacimiento ni muerte. ¡Qué el que ha nacido piense en la muerte y en el paliativo de ella!
D. ¿Puede usted mostrarnos a los muertos?
M. ¿Sabían sus parientes antes de su nacimiento que usted buscaría conocerlos después de su muerte?
D. ¿Cómo cuadra un Grihasta (hogareño) en el esquema de Moksha? ¿No debe devenir necesariamente un Sannyasin (mendicante) para obtener la Liberación?
M. ¿Por qué piensa usted que es un Grihasta? Pensamientos similares de que usted es un Sannyasin le perturbarán, incluso si usted sale como un Sannyasin. Tanto si usted continúa en la casa como si renuncia a ella y se va al bosque, su mente le perturbará. El ego es la fuente del pensamiento. Crea el cuerpo y el mundo, y hace que piense que usted es un Grihasta. Si usted renuncia, solo sustituirá el pensamiento de Grihasta por el de Sannyasa, y el entorno de la casa por el del bosque. Pero los obstáculos mentales están siempre ahí para usted. Incluso aumentan grandemente en los nuevos ambientes. No es de ninguna ayuda cambiar el entorno. El único obstáculo es la mente; debe ser vencida tanto en casa como en el bosque. Si usted puede hacerlo en el bosque, ¿por qué no en la casa? Por consiguiente, ¿por qué cambiar el entorno? Sus esfuerzos pueden ser hechos ahora, cualquiera que sea el entorno.
D. ¿Es posible tener Samadhi mientras se está ocupado en el trabajo mundano?
M. La sensación «yo trabajo» es el obstáculo. Pregúntese a usted mismo «¿quién trabaja?» Recuerde quien es usted. Entonces el trabajo no le atará; tendrá lugar automáticamente.
No haga ningún esfuerzo ni para trabajar ni para renunciar; su esfuerzo es la esclavitud. Lo que está destinado a acontecer, acontecerá. Si usted está destinado a no trabajar, el trabajo no puede ser tenido incluso si usted lo persigue; si usted está destinado a trabajar, no será capaz de evitarlo; usted será forzado a comprometerse en él. Así pues, déjelo al Poder Más Alto; usted no puede renunciar o retener a su elección.
D. Bhagavan dijo ayer que mientras uno está entregado a la búsqueda de Dios «dentro», el trabajo «exterior» proseguiría automáticamente. En la vida de Sri Chaitanya se dice que durante sus enseñanzas a los estudiantes, él estaba en realidad buscando a Krishna (el Sí mismo) dentro, olvidaba todo sobre su cuerpo y continuaba hablando sólo de Krishna. Esto suscita una duda de si el trabajo puede ser dejado con seguridad a él mismo. ¿Debe uno mantener parte de la atención en el trabajo físico?
M. El Sí mismo es todo. ¿Es usted aparte del Sí mismo? ¿O puede el trabajo proseguir sin el Sí mismo? El Sí mismo es universal; así pues, todas las acciones proseguirán tanto si usted se obliga a comprometerse en ellas como si no. El trabajo proseguirá por sí mismo. Es así como Krishna dijo a Arjuna que no necesitaba afligirse por matar a los Kauravas; ellos ya estaban muertos por Dios. No era incumbencia suya resolver si actuaba y afligirse por ello, sino permitir a su propia naturaleza llevar a cabo la voluntad del Poder Más Alto.
D. Pero el trabajo puede sufrir si yo no lo atiendo.
M. Atender al Sí mismo significa atender al trabajo. Debido a que usted se identifica con el cuerpo, usted piensa que el trabajo es hecho por usted. Pero el cuerpo y sus actividades, incluyendo ese trabajo, no son aparte del Sí mismo. ¿Qué importa si usted atiende al trabajo o no? Suponga que usted camina de un lugar a otro; usted no atiende a los pasos que da. No obstante, después de un tiempo, usted se encuentra en su meta. Vea como el asunto de caminar tiene lugar sin que usted lo atienda. Similarmente también con otros tipos de trabajo.
D. Es entonces como caminar dormido.
M. ¿Como el sonambulismo? Completamente así. Cuando un niño está profundamente dormido, su madre le alimenta; el niño toma el alimento como cuando está completamente despierto. Pero, a la mañana siguiente, el niño dice a la madre, «Madre, yo no tomé alimento la noche pasada». La madre y los otros saben que comió, pero él dice que no; él no estaba consciente. Pero la acción había tenido lugar.

Un viajero en un carro ha caído dormido. Los bueyes se mueven, están quietos o son desuncidos durante el viaje. Él no sabe estos acontecimientos, pero se encuentra en un lugar diferente después de que despierta. Él ha sido felizmente ignorante de los acontecimientos en el camino, pero el viaje se ha llevado a cabo. Similarmente con el Sí mismo de una persona. El Sí mismo siempre despierto es comparado al viajero dormido en el carro. El estado de vigilia es el movimiento de los bueyes; el Samadhi es su estar quietos (porque Samadhi significa Jagrat-Sushupti, es decir, la persona es consciente pero no está implicada en la acción; los bueyes están uncidos pero no se mueven); el sueño profundo es el desuncido de los bueyes, puesto que hay una completa detención de la actividad que corresponde a quitarles el yugo a los bueyes.
O también, tome el ejemplo del cine. Las escenas son proyectadas sobre la pantalla en la sesión de cine. Pero las imágenes que se mueven no afectan ni alteran la pantalla. El espectador presta atención a ellas, no a la pantalla. Ellas no pueden existir aparte de la pantalla, aunque la pantalla es ignorada. Así también, el Sí mismo es la pantalla donde se ve que tienen lugar las imágenes, las actividades etc. El hombre es consciente de éstas, pero no es consciente del Sí mismo. Sin embargo, el mundo de las imágenes no es aparte del Sí mismo. Tanto si el hombre es consciente de la pantalla como si es inconsciente, las acciones continuaran.
D. Pero hay un operador en el cine.
M. La sesión de cine está hecha de materiales insencientes. La lámpara, las imágenes, la pantalla etc., son todos insencientes, y así ellos necesitan un operador, el agente senciente.
Por otra parte, el Sí mismo es Consciencia absoluta, y, por consiguiente, auto-contenido. No puede haber un operador aparte del Sí mismo.
D. Yo no estoy confundiendo el cuerpo con el operador; más bien, me estoy refiriendo a las palabras de Krishna en el versículo 61, Capítulo XVIII de la Gita: «El Señor, oh Arjuna, mora en el corazón de cada ser, y Él, por Su poder ilusorio, hace que todos los seres giren como si estuvieran en una máquina».
M. Las funciones del cuerpo que implican la necesidad de un operador, nacen en la mente; puesto que el cuerpo es jada o insenciente, es necesario un operador senciente. Debido a que las gentes piensan que ellos son jivas, Krishna dijo que Dios reside en el Corazón como el Operador de los jivas. En realidad, no hay ningún jiva ni ningún Operador, por así decir, fuera de ellos; el Sí mismo comprende todo. El Sí mismo es la pantalla, las imágenes, el veedor, los actores, el operador, la luz, el teatro y todo lo demás. Que usted confunda el Sí mismo con el cuerpo y que se imagine a usted mismo el actor, es como si el veedor se representara a sí mismo como un actor en la sesión de cine. ¡Imagine al actor preguntando si puede representar una escena sin la pantalla! Tal es el caso del hombre que piensa en sus acciones aparte del Sí mismo.
D. Por otra parte, es como pedir al espectador que actué en la película. Así pues, ¡debemos aprehender el sueño profundo en la vigilia!
M. Las acciones y los estados son según el propio punto de vista de uno. Un cuervo, un elefante, una serpiente, cada uno hace uso de un miembro para dos propósitos alternativos. Con un ojo el cuervo mira a cualquiera de ambos lados; para el elefante la trompa sirve al propósito tanto de la mano como de la nariz, y la serpiente ve y oye con sus ojos. Ya sea que usted diga que el cuervo tiene un ojo u ojos, o que se refiera a la trompa del elefante como «mano» o como «nariz», o que llame a los ojos de la serpiente sus oídos, todo esto significa lo mismo. Similarmente, en el caso del Jnani, el sueño profundo en la vigilia o la vigilia en el sueño profundo o el sueño profundo en el sueño con sueños o la vigilia en el sueño con sueños, son todos la misma cosa.
D. ¡Pero nosotros tenemos que tratar con un cuerpo físico en un mundo físico, en el mundo de la vigilia! Si nosotros dormimos mientras el trabajo tiene lugar, o intentamos trabajar mientras dormidos, el trabajo irá mal.
M. El sueño profundo no es ignorancia, es el estado puro de uno; la vigilia no es conocimiento, es ignorancia. Hay pleno conocimiento en el sueño profundo y total ignorancia en la vigilia. Su naturaleza real cubre a ambos y se extiende más allá. El Sí mismo es más allá del conocimiento y de la ignorancia. Los estados de sueño profundo, sueño con sueños y vigilia son solo modos que pasan ante el Sí mismo; ellos tienen lugar tanto si usted es consciente de ellos como si no. El estado del Jnani es ese, en quien pasan los estados de samadhi, vigilia, sueño con sueños y sueño profundo, como los bueyes que se mueven, están quietos, o son desuncidos, mientras el pasajero está dormido. Estas respuestas son desde el punto de vista del ajnani; en caso contrario, esas preguntas no surgirían.
D. Por supuesto, no pueden surgir para el Sí mismo. ¿Quién habría para preguntar? ¡Pero desafortunadamente, yo todavía no he realizado el Sí mismo!
M. Eso es justo el obstáculo en su camino. Debe deshacerse de la idea de que usted es un ajnani y de que todavía tiene que realizar el Sí mismo. Usted es el Sí mismo. ¿Ha habido nunca un tiempo en que usted no fuera conocedor de ese Sí mismo?
D. Así pues, ¿nosotros debemos experimentar el sueño profundo en la vigilia… o el día en el sueño con sueños?
M. (Risas)
D. Yo mantengo que el cuerpo físico del hombre inmerso en Samadhi, como resultado de una «contemplación» sostenida del Sí mismo, puede devenir sin movimiento por esa razón. Puede estar activo o inactivo. La mente establecida en esa «contemplación» no será afectada por los movimientos del cuerpo o los sentidos; el precursor de la actividad física no es la perturbación de la mente. Mientras que otra persona sostiene que la actividad física impide ciertamente el Samadhi o la «contemplación» sostenida. ¿Cuál es la opinión de Bhagavan? Usted es la prueba permanente de mi afirmación.
M. Ambos están acertados: usted se refiere a Sahaja Nirvikalpa Samadhi y el otro se refiere a Kevala Nirvikalpa Samadhi. En el último caso la mente está inmersa en la Luz del Sí mismo (mientras que la misma, es decir, la mente, está en la oscuridad de la ignorancia en el sueño profundo); y el sujeto hace una distinción entre el Samadhi y la actividad después de despertar del Samadhi. Además, la actividad del cuerpo, de la visión, de las fuerzas vitales y de la mente, y la cognición de los objetos, todos éstos son obstrucciones para el que busca realizar el Kevala Nirvikalpa Samadhi.
Sin embargo, en Sahaja Samadhi la mente se ha disuelto en el Sí mismo y ha sido perdida. Por consiguiente, las diferencias y obstrucciones mencionadas arriba no existen aquí. Las actividades de un tal Ser son como la alimentación de un niño dormido, perceptible para el espectador pero no para el sujeto. El viajero dormido en el carro en movimiento no es consciente del movimiento del carro, porque su mente está sumergida en la oscuridad. Mientras que el Sahaja Jnani permanece inconsciente de sus actividades corporales porque su mente está muerta, al haberse disuelto en el éxtasis de Chidananda (Felicidad del Sí mismo).


Nota: — La distinción entre sueño profundo, Kevala Nirvikalpa Samadhi y Sahaja Nirvikalpa Samadhi pueden ponerse claramente en una forma tabular como la dada por Sri Bhagavan:
 


 

Sueño profundo

 

 

Kevala Nirvikalpa Samadhi

 

Sahaja Nirvikalpa Samadhi

(1) la mente está viva;

(2) sumergida en el olvido

(1) la mente está viva;

(2) está sumergida en la Luz;

(3) como un cubo atado a la soga, y dejado en el agua de un pozo;

(4) ha de ser sacado tirando del otro extremo de la soga.

 

(1) la mente está muerta;

(2) disuelta en el Sí mismo;

(3) como un río que ha desembocado en el océano y que ha perdido su identidad;

(4) un río no puede ser devuelto desde el océano.


La mente del Sabio que ha realizado el Sí mismo está enteramente destruida. Está muerta. Pero para el espectador, puede parecer que él posee una mente como el lego. Por consiguiente, el «yo» en el Sabio tiene meramente una aparente realidad «objetiva»; de hecho, sin embargo, no tiene ni una existencia subjetiva ni una realidad objetiva.

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