miércoles, 22 de febrero de 2017

El Libro de los Secretos (Osho) CAPITULO I (Primer Escrito)






Capítulo 1 (Primer Escrito)
El Mundo del Tantra 
El Sutra Devi pregunta: 
Oh, Shiva, ¿cuál es tu realidad? 
¿Qué es este portentoso universo? 
¿Qué constituye la semilla? 
¿Quién centra la rueda universal? 
¿Qué es esta vida más allá de la forma que impregna las formas?
¿Cómo podemos entrar en ella plenamente, por encima del espacio y el tiempo, los nombres y las  descripciones?
¡Disipa mis dudas! Algunos puntos introductorios. 
Primero, el mundo del Vigyan Bhairav Tantra no es intelectual, no es filosófico. La doctrina no tiene sentido en él. 
Se ocupa del método, de la técnica; no de ningún principio. 
La palabra «tantra» significa técnica, el método, el camino. 
De modo que no es filosófico; observa esto. 
No se ocupa de problemas e indagaciones intelectuales. 
No se ocupa del «porqué» de las cosas, se ocupa del «cómo»; no de qué es la verdad, sino de cómo se puede alcanzar la verdad. Tantra significa técnica. 
De modo que este tratado es científico. 


La ciencia no se ocupa del porqué, la ciencia se ocupa del cómo. Ésa es la diferencia básica entre la filosofía y la ciencia. 
La filosofía pregunta: « ¿Por qué esta existencia?» 
La ciencia pregunta:
« ¿Cómo esta existencia?» En cuanto haces la pregunta « ¿Cómo?», el método, la técnica, se vuelven importantes. 
Las teorías pierden su sentido; la experiencia se convierte en lo
central. El tantra es ciencia, el tantra no es filosofía. Comprender la filosofía es fácil, porque sólo se requiere tu intelecto. Si puedes comprender el lenguaje, si puedes comprender el concepto, puedes comprender la filosofía. 
No necesitas cambiar; no requieres ninguna transformación. Tal como eres, puedes comprender la filosofía; pero no el tantra. Necesitarás un cambio..., más bien una mutación. 
A no ser que tú seas diferente, el tantra no se puede comprender, porque el tantra no es una propuesta intelectual, es una experiencia. 
A no ser que estés receptivo, disponible, vulnerable a la experiencia, no va a venir a ti. La filosofía se ocupa de la mente. Tu cabeza es suficiente; no se requiere tu totalidad. 
El tantra te necesita en tu totalidad. 
Es un desafío más profundo. Tendrás que estar en él íntegramente. 
No es fragmentario. 
Se requiere un acercamiento diferente, una actitud diferente, una disposición diferente para recibirlo. 
Por eso, Devi hace preguntas aparentemente filosóficas. 
El tantra comienza con las preguntas de Devi. 
Todas las preguntas pueden ser abordadas filosóficamente. 
En realidad, cualquier pregunta puede ser abordada de dos maneras: filosóficamente o totalmente, intelectualmente o existencialmente. 
Por ejemplo, si alguien pregunta: «¿Qué es el amor?», lo puedes abordar intelectualmente, puedes debatir, puedes proponer teorías, puedes argumentar a favor de una hipótesis determinada. 
Puedes crear un sistema, una doctrina: y puede que no hayas conocido en absoluto el amor. Para crear una doctrina, la experiencia no es necesaria. En realidad, por el contrario, cuanto menos sepas, mejor, porque entonces puedes proponer un sistema sin vacilar. Sólo un ciego puede definir fácilmente qué es la luz. Cuando no sabes, eres atrevido. 
La ignorancia siempre es atrevida; el conocimiento duda. 
Y cuanto más sabes, más sientes que se disuelve el suelo bajo tus pies.
Cuanto más sabes, más adviertes lo ignorante que eres. 
Y los que son realmente sabios se vuelven ignorantes. 
Se vuelven tan básicos como los niños, o tan simples como los idiotas. Cuanto menos sepas, mejor. 
Ser filosófico, ser dogmático, ser doctrinario: eso es fácil. Abordar un problema intelectualmente es muy fácil. 
Pero abordar un problema existencialmente -no sólo pensar en él, sino vivirlo, experimentarlo, permitir que te transforme es difícil. O sea, para conocer el amor uno tendrá que estar poseído por el amor. Eso es peligroso, porque no seguirás siendo el mismo. La experiencia te va a cambiar. 
En cuanto entras en el amor, entras en una persona diferente. 
Y cuando salgas no podrás reconocer tu viejo rostro; no te pertenecerá. Ahora hay una fisura, el hombre de antes ha muerto y ha llegado el hombre nuevo. Eso es lo que se conoce como renacimiento: haber nacido dos veces. 
El tantra es existencial, no filosófico. De modo que, por supuesto, Devi hace preguntas que parecen filosóficas, pero Shiva no las va a responder de esa manera. Así que es mejor comprenderlo al principio; de lo contrario te sentirás perplejo, porque Shiva no va a responder a una sola pregunta. Todas las preguntas que hace Devi, Shiva no las va a responder en absoluto. ¡Y, sin embargo, las responde! Y en verdad, sólo él las ha respondido y nadie más; pero en un plano diferente. Devi pregunta: « ¿Cuál es tu realidad, mi señor?» 

Él no va a responder. En cambio, dará una técnica. Y si Devi experimenta esta técnica, sabrá. De modo que la respuesta es indirecta; no es directa. No va a responder « ¿Quién soy?», sino que dará una técnica: ponla en práctica y sabrás. 

Para el tantra, hacer es saber, y no hay otro saber. 
A no ser que hagas algo, a no ser que cambies, a no ser que tengas una perspectiva diferente a la que mirar, con la que mirar, a no ser que entres en una dimensión totalmente diferente al intelecto, no hay respuesta. 
Se pueden dar respuestas: todas son mentira. 
Todas las filosofías son mentira. 
Haces una pregunta y la filosofía te da una respuesta. 
Te satisface o no te satisface. Si te satisface, te conviertes a esa filosofía, pero sigues siendo el mismo. Si no te satisface, sigues buscando alguna otra filosofía a la que adherirte. 
Pero sigues siendo el mismo; no te ha afectado en absoluto, no te ha cambiado. Así que da lo mismo que seas hindú o mahometano o cristiano o jaina. 
La persona real detrás de la fachada de hindú o mahometano o cristiano es la misma. Sólo son distintas las palabras, o la ropa. El hombre que va a la iglesia o al templo o a la mezquita es el mismo. 
Sólo cambia el rostro, y se trata de rostros falsos, máscaras. Detrás de las máscaras encontrarás al mismo hombre -la misma ira, la misma agresividad, la misma violencia, la misma avaricia, la misma lujuria-; todo es lo mismo. ¿Es la sexualidad mahometana diferente a la sexualidad hindú? ¿Es la violencia cristiana diferente a la violencia hindú? ¡Es la misma! La realidad sigue siendo la misma; sólo cambia la ropa. 
El tantra no se ocupa de la ropa; el tantra se ocupa de ti. 
Si haces una pregunta, tu pregunta muestra dónde estás. Muestra también que, dondequiera que estés, no puedes ver; por eso surge la pregunta. Un ciego pregunta: « ¿Qué es la luz?», y la filosofía empieza a responder lo que es la luz. 
El tantra sólo sabrá esto: si un hombre pregunta « ¿Qué es la luz?», la pregunta muestra tan sólo que está ciego. 
El tantra comenzará a operar al hombre, a cambiar al hombre, para que pueda ver. 
El tantra no dirá lo que es la luz. 
El tantra te dirá cómo alcanzar la comprensión, cómo llegar a ver, cómo lograr la visión. 
Cuando haya visión, habrá una respuesta. 
El tantra no te da la respuesta; el tantra te da la técnica para lograr la respuesta. Ahora bien, esta respuesta no va a ser intelectual. Si le dices algo sobre la luz a un ciego, esto es intelectual. 
Si el ciego mismo se vuelve capaz de ver, esto es existencial. 
A esto me refiero cuando digo que el tantra es existencial. 
De modo que Shiva no va a responder a las preguntas de Devi; sin embargo, responderá. 
Esto es lo primero. 
Lo segundo: éste es un tipo diferente de lenguaje. 
Debes saber algo sobre él antes de abordarlo. 
Todos los tratados de tantra son diálogos entre Shiva y Devi. Devi pregunta y Shiva responde. 
Todos los tratados de tantra comienzan de esa manera. ¿Por qué? ¿Por qué este método? Es muy significativo. No es un diálogo entre un profesor y un discípulo, sino entre dos amantes. Y con ello, el tantra da a entender algo muy significativo: que las enseñanzas más profundas no pueden darse a menos que exista el amor entre los dos: el discípulo y el maestro. El discípulo y el maestro deben estar profundamente enamorados. Sólo entonces se puede expresar lo más elevado, el más allá. 
De modo que es un lenguaje de amor; el discípulo debe estar en una actitud de amor. Pero no sólo esto, porque los amigos pueden ser amantes. 
El tantra dice que un discípulo debe actuar de forma receptiva, adoptar una receptividad femenina; sólo entonces es posible algo. No necesitas ser una mujer para ser un discípulo, pero sí tener una actitud femenina de receptividad. 
Cuando Devi pregunta, esto significa que pregunta la actitud femenina. ¿Por qué este énfasis en la actitud femenina? 
El hombre y la mujer no sólo son diferentes físicamente; son diferentes psicológicamente. 
El sexo no es sólo una diferencia en el cuerpo; es también una diferencia de psicologías. Una mente femenina significa receptividad: receptividad total, entrega, amor. 
Un discípulo necesita una psicología femenina; de lo contrario no podrá aprender. Puedes preguntar, pero si no estás abierto, no podrás ser contestado. Puedes hacer una pregunta y aun así seguir cerrado. Entonces la respuesta no puede penetrar en ti. Tus puertas están cerradas; estás muerto. No estás abierto. 
Una receptividad femenina significa una receptividad como la del útero en la profundidad interna, de modo que puedas ser receptivo. Y no sólo eso: significa mucho más. Una mujer no sólo está recibiendo algo; en cuanto lo recibe se convierte en parte de su cuerpo. Se recibe un niño. Una mujer concibe; en el momento en que se produce la concepción, el niño se ha convertido en parte del cuerpo femenino. 
No es un extraño, no es un forastero. Ha sido absorbido. 
Ahora el niño no vivirá como algo añadido a la madre, sino simplemente como una parte, simplemente como la madre. 
Y el niño no sólo es recibido; el cuerpo femenino se vuelve creativo, el niño comienza a crecer. 
Un discípulo necesita una receptividad como la del útero. 
Lo que se reciba no debe ser acumulado como conocimiento muerto. Debe crecer en ti; debe convertirse en sangre y huesos dentro de ti. Debe convertirse en una parte, ahora. ¡Debe crecer! Este crecimiento te cambiará, te transformará a ti, el receptor. Por eso el tantra usa este sistema. Todos los tratados comienzan con Devi haciendo una pregunta y Shiva contestando. 
Devi es la consorte de Shiva, su parte femenina. Una cosa más... Ahora la psicología moderna, especialmente el psicoanálisis, dice que el hombre es hombre y mujer. Nadie es sólo varón y nadie es sólo hembra; todo el mundo es bisexual. 
Los dos sexos están presentes. Ésta es una investigación muy reciente en Occidente, pero para el tantra éste ha sido uno de los conceptos más básicos desde hace miles de años. Debes de haber visto imágenes de Shiva como ardhanarishwar: mitad hombre, mitad mujer. No hay otro concepto como éste en toda la historia humana. Shiva es representado como mitad hombre, mitad mujer. De modo que Devi no es sólo una consorte; es la otra mitad de Shiva. Y a no ser que un discípulo se convierta en la otra mitad del maestro, es imposible transmitir la enseñanza más alta, los métodos esotéricos. 
Cuando te haces uno, no hay duda. Cuando eres uno con el maestro -tan totalmente uno, tan profundamente uno-, no hay debate, no hay lógica, no hay razón. 
Uno simplemente absorbe; nadie es sólo hembra; todo el mundo es bisexual. Los dos sexos están presentes. 
Ésta es una investigación muy reciente en Occidente, pero para el tantra éste ha sido uno de los conceptos más básicos desde hace miles de años. Debes de haber visto imágenes de Shiva como ardhanarishwar: mitad hombre, mitad mujer. 
No hay otro concepto como éste en toda la historia humana. Shiva es representado como mitad hombre, mitad mujer. 
De modo que Devi no es sólo una consorte; es la otra mitad de Shiva. Y a no ser que un discípulo se convierta en la otra mitad del maestro, es imposible transmitir la enseñanza más alta, los métodos esotéricos. 
Cuando te haces uno, no hay duda. Cuando eres uno con el maestro -tan totalmente uno, tan profundamente uno-, no hay debate, no hay lógica, no hay razón. 
Uno simplemente absorbe; uno se vuelve un útero. 
Y entonces la enseñanza comienza a crecer en ti y a cambiarte. Por eso el tantra está escrito en el lenguaje del amor. 
También hay que entender algo sobre el lenguaje del amor. 
Hay dos tipos de lenguaje: el lenguaje de la lógica y el lenguaje del amor. Hay diferencias básicas entre los dos. Lo segundo: éste es un tipo diferente de lenguaje. Debes saber algo sobre él antes de abordarlo. Todos los tratados de tantra son diálogos entre Shiva y Devi. Devi pregunta y Shiva responde. Todos los tratados de tantra comienzan de esa manera. ¿Por qué? ¿Por qué este método? Es muy significativo. No es un diálogo entre un profesor y un discípulo, sino entre dos amantes. 
Y con ello, el tantra da a entender algo muy significativo: que las enseñanzas más profundas no pueden darse a menos que exista el amor entre los dos: el discípulo y el maestro. 
El discípulo y el maestro deben estar profundamente enamorados. 
Sólo entonces se puede expresar lo más elevado, el más allá. 
De modo que es un lenguaje de amor; el discípulo debe estar en una actitud de amor. Pero no sólo esto, porque los amigos pueden ser amantes. 
El tantra dice que un discípulo debe actuar de forma receptiva, adoptar una receptividad femenina; sólo entonces es posible algo. No necesitas ser una mujer para ser un discípulo, pero sí tener una actitud femenina de receptividad. 
Cuando Devi pregunta, esto significa que pregunta la actitud femenina. ¿Por qué este énfasis en la actitud femenina? 
El hombre y la mujer no sólo son diferentes físicamente; son diferentes psicológicamente. El sexo no es sólo una diferencia en el cuerpo; es también una diferencia de psicologías. 
Una mente femenina significa receptividad: receptividad total, entrega, amor. Un discípulo necesita una psicología femenina; de lo contrario no podrá aprender. Puedes preguntar, pero si no estás abierto, no podrás ser contestado. Puedes hacer una pregunta y aun así seguir cerrado. Entonces la respuesta no puede penetrar en ti. Tus puertas están cerradas; estás muerto. No estás abierto. 
Una receptividad femenina significa una receptividad como la del útero en la profundidad interna, de modo que puedas ser receptivo. Y no sólo eso: significa mucho más. 
Una mujer no sólo está recibiendo algo; en cuanto lo recibe se convierte en parte de su cuerpo. 
Se recibe un niño. Una mujer concibe; en el momento en que se produce la concepción, el niño se ha convertido en parte del cuerpo femenino. No es un extraño, no es un forastero. 
Ha sido absorbido. Ahora el niño no vivirá como algo añadido a la madre, sino simplemente como una parte, simplemente como la madre. Y el niño no sólo es recibido; el cuerpo femenino se vuelve creativo, el niño comienza a crecer. 
Un discípulo necesita una receptividad como la del útero. 
Lo que se reciba no debe ser acumulado como conocimiento muerto. Debe crecer en ti; debe convertirse en sangre y huesos dentro de ti. Debe convertirse en una parte, ahora. ¡Debe crecer! Este crecimiento te cambiará, te transformará a ti, el receptor. Por eso el tantra usa este sistema. 
Todos los tratados comienzan con Devi haciendo una pregunta y Shiva contestando. Devi es la consorte de Shiva, su parte femenina. De modo que esto es poco común: 
Devi está sentada en el regazo de Shiva y preguntando, y Shiva responde. Es un diálogo de amor: no es un conflicto; es como si Shiva estuviera hablando consigo mismo. ¿Por qué este énfasis en el amor, en el lenguaje del amor? Porque si estás enamorado de tu maestro, toda la gestalt cambia; se vuelve diferente. Entonces no estás oyendo sus palabras, entonces estás bebiéndolo. Entonces las palabras son irrelevantes. 
En realidad, el silencio entre las palabras se vuelve más importante. Puede que lo que esté diciendo sea significativo o puede que no lo sea...; pero son sus ojos, sus gestos, su compasión, su amor. 
Por eso el tantra tiene un patrón fijo, una estructura. Cada tratado empieza con Devi preguntando y Shiva respondiendo. No va a haber ninguna discusión, ningún derroche de palabras. Hay enunciaciones muy sencillas de los hechos, mensajes telegráficos sin intención de convencer, sino simplemente de describir. Si entras en contacto con Shiva con una pregunta y con la mente cerrada, no te responderá de esta manera. Primero hay que romper tu cerrazón. 
Así que tendrá que ser agresivo. Hay que destruir tus prejuicios, tus ideas preconcebidas. A no ser que quedes limpio completamente de tu pasado, no se te puede dar nada. 
Pero éste no es el caso de su consorte, Devi; en Devi no hay pasado. Recuerda, cuando estás profundamente enamorado, tu mente deja de existir. 
No hay pasado; tan sólo el momento presente se vuelve todo. Cuando estás poseído por el amor, el presente es el único tiempo, el ahora lo es todo: no hay pasado, no hay futuro. 
De modo que Devi está simplemente abierta. No hay defensa: no hay nada que limpiar, nada que destruir. 
El terreno está listo, sólo hay que dejar caer una semilla. 
El terreno no está sólo listo, sino acogedor, receptivo, pidiendo ser impregnado. Por tanto, todas las máximas que vamos a comentar serán telegráficas. 
Son simplemente sutras, pero cada sutra, cada mensaje telegráfico dado por  Shiva, vale un Veda, vale una Biblia, vale un Corán. 
Cada una de las frases se puede convertir en la base de una gran Escritura. Las Escrituras son lógicas: tienes que plantear, defender, debatir. Aquí no hay ningún debate, sino simples afirmaciones de amor. En tercer lugar, las mismas palabras Vigyan Bhairav Tantra hacen referencia a la técnica de ir más allá de la consciencia. Vigyan significa «consciencia»,bhairav significa «estado que está más allá de la consciencia», y tantra significa «método»: el método de ir más allá de la consciencia. Ésta es la doctrina suprema: sin ninguna doctrina. 
Continua...
Osho.

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